Torbe, las bellas y el bestia

Torbe es todo un fenómeno dentro del porno ibérico. Su fama ha trascendido nuestras fronteras y se ha convertido en el actor porno español más conocido de todos los tiempos tras el gran Nacho Vidal, y todo ello con un micropene y más de 120 kilos de peso, por no hablar de su cuerpo repleto de pelos.

Desde siempre ha sido un personaje mediático y un buen día decidió dar el gran paso, ya no se acostaría con más putas, lo haría con actrices porno y sacaría dinero con ello.

Las claves del éxito de Torbe están precisamente en su fealdad, que sin llegar a ser extrema como es el caso de Ozito, si es considerable y ver a semejante ser follándose a tías buenísimas es un halo de esperanza para todos los onanistas de este país entre los que se encuentran los lectores de estas líneas.

Pero la otra gran clave es su simpatía, los guiones cuando los hay son surrealistas y divertidos, a la vez que casposos. El suyo es un humor de Esteso y Pajares y se podría decir que es su más avanzado seguidor del duo humorístico de los 80.

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